El Universal y la Ciencia

Twitteaba yo que en el portal de El Universal subieron una nota donde reseña un estudio publicado por la Universidad de Cornell que refuta la teoría de que existe una supuesta estrella enana roja invisible en nuestro sistema solar.
El argumento de los científicos, Adrian L. Melott del departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Kansas y Richard K. Bambach del departamento de Paleobiología del Smithsoniano Museo Nacional de Historia, responde a un artículo publicado en la década de los 80, en la revista Nature, que sostiene la hipótesis de que nuestro Sol podría formar parte de un sistema binario.
Los sistemas solares binarios son aquellos compuestos por dos estrellas que recorren juntas la galaxia, por explicarlo de manera más que simplista.
Bien, de acuerdo con aquel estudio ochentero, nuestro Sol podría tener un acompañante, a la que bautizaron con el nombre de Némesis, la diosa griega que castigaba a aquellos que no obedecían y a los hijos desobedientes (o sea, hubiera hecho pedacitos chiquitos del chaparrito de lentes).
Esta estrella, que posiblemente sería una enana marrón, según el estudio de R.A. Muller, físico de la Universidad de Berkeley, Piet Hut y Mark Davis, físicos también, pero de la Universidad de Princeton, debería tener una órbita enorme que pasaría cerca de la nube de Oort cada 26 a 34 millones de años.
La nube de Oort es una formación esférica de cometas y asteroides que se encuentra a casi un año luz del Sol.
De acuerdo con Muller, Hut y Davis, cada que Némesis pasa por Oort, desestabiliza el sistema de asteroides y cometas y lanza algunos al interior del Sistema Solar, lo que habría provocado (y lo seguirá haciendo, según la teoría) la extinción masiva de especies en la Tierra cada dos decenas de millones de años.
Pues bien, la nota esta que publicó el Universal, trata sobre un estudio que refuta lo anterior, con un argumento (entre otros) más o menos lógico (a saber si científicamente probable): la misma periodicidad de Némesis se autorrefuta, ya que el desgaste gravitacional (por decirlo de alguna manera) a lo largo del tiempo, habrían provocado que esta periodicidad cambiara, ya sea alargándose o recortándose.
Bueno, pues todo lo anterior, El Universal lo destrozó de la siguiente manera: “Cada 27 millones de años la Tierra sufre un cataclismo”.
Y es por lo anterior que muchos aspirantes a comunicadores deberían de aprender a leer.
Y es esto lo que no me cabía en Twitter.

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