Ola de estupidez

Por Gabriel Pérez Osorio

El asesinato del candidato del PRI a la gubernatura del estado de Tamaulipas es trágica por sí sola. Acompañada de la cascada de lugares comunes que acompañó el lamentable evento, se vuelve casi instigadora al suicidio.

A doce horas (en el momento de redactar este post) de la cobarde emboscada en la que perdió la vida el doctor Rodolfo Torre, es más que obvio la imposibilidad de señalar algún posible culpable del crimen.

Por supuesto, sería irresponsable escuchar de parte de algún gobernante cualquier asomo de posible estrategia o algún lance para identificar al culpable. Por eso ya lo escuchamos de ese par de irresponsables profesionales que son el presidente de México y el del PAN. Felipe Calderón y César Nava ya apuntaron su mira en contra del crímen organizado, esos malos malosos que están detrás de toda desgracia nacional, incluida la descalificación de la Selección Nacional a manos de Argentina.

Al más puro estilo bushista, lo que el dúo dinámico (Calderón-Nava) revela es que basicamente les vale madre el número de muertos que les genere su “estrategia” contra el narco siempre y cuando provea de momentos de distracción para la clase media nacional, esa que anda ávida de revoluciones, reflectores y venganza.

Mientras el cadáver del doctor Torre se enfriaba en el pavimento de una carretera estatal, una epidemia contagió a todos y cada uno de los políticos del país: la estupidez.

Lo mismo del PRI, que del PAN, del PRD, del PT… todos salieron a vomitar cientos de palabras sin contenido, sin fondo, sin solución, sin propuesta, sin honestidad.

Desempolvaron sus millones de discursos de unidad, solidaridad, duelo y descargaron una metralla de sinsentidos en todos los medios de comunicación que les abrieron cámaras, grabadoras y micrófonos. Es decir, todos.

Estupefactos, los comunicadores atropellaban sus lenguas tratando de descifrar con sensatez la ola de estupidez que los invadía. Imposible. Me tocó escuchar a más de un perro bravo guardar silencio.

La ola de desatinos no hace más que incrementar la amplísima probabilidad de que nos cargue muy pronto la chingada.

Los políticos de este país, la mayoría, han demostrado que no tienen la estatura moral, intelectual y ética para gobernar ni su casa. Están envueltos en una manta de autocomplacencia que mataría al mismo Freud de un pasón.

La esperanza radica en aquellos jóvenes que, desubicados apuntan sus baterías a enemigos que no existen. El problema es mayúsculo.

PD. Pascal Beltrán del Río, director editorial de Excélsior, tuiteó que la agrupación criminal de los Zetas se ha comunicado a diversas redacciones locales en Tamaulipas para deslindarse, muy a su estilo, del asesinato del abanderado tricolor tamaulipeco. Si no fueron ellos, ¿entonces quién?

Comentarios

  1. ESTE ES UN COMENTARIO DE UNA QUERIDA AMIGA, CARLA SÁNCHEZ ARMAS, QUE ME LLEGÓ POR MAIL Y QUE REPRODUZCO EN ESTE COMENTARIO:

    Creo que tu último post, arrancas muy bien y cierras para mi gusto... chafón. Me parece que la conclusión de tu bien iniciada reflexión termina colocándote también en un lugar común. Ese lugar fácil y sin matices que todos de pronto visitamos, el maniqueo y ahora muy recurrente: los políticos que idiotas, los ciudadanos que chingones.
    Sin duda la clase política no sólo no esta respondiendo a la altura de la dolorosa situación del país, en ningún partido político se escucha nada q no politice, suene a discurso electorero o simplemente nos haga pasar pena ajena. El PRI llamando masivamente a votar, luego de haber perdido a un candidato, el PT gritando q no hay condiciones y q mejor todos corran por sus vidas y el PAN -como bien dices- confirmando que los malos vienen por todos y que mejor nos enlistemos en la SEDENA, pa que cuando la cosa AHORA SI se ponga cabrona, estemos del lado de los buenos.

    Nadie realmente trabajando y pensando por que este país encuentre cómo salir del gigantesco y oscuro agujero en el que nos hemos metido... y por nadie también incluyo a los comunicadores, que en tu post juegan un rol de espectadores estupefactos ante la "ola de estupidez que los invadía".

    Pues la cosa es que ese pollito yo no me lo como, los comunicadores juegan un papel fundamental en todo lo que sucede en nuestro país, pasan no sólo por ser un poder fáctico más, pero por ser los únicos que desde esa perspectiva de 'pureza periodística', podrían documentar sensatamente lo que realmente está pasando en el país, pero ninguno profundiza, unos se mantienen a raya, otros sobre dramatizan, otros promueven rumores, otros callan, otros toman posición política y otros más nomás se dedican a insultar a la clase política, como si eso nos ayudara a comprender mejor las cosas.

    En fin, la neta es que lo que vivimos, creo, es más grave y complejo y debemos vivirlo en el presente, en retrospectiva, pero sobre todo en prospectiva. Suponiendo que hoy el 70% de las familias en este país hayan decidido irse del país en franco pánico, se llevarán con ellas el dolor de la impunidad que los venció, y en varios casos una generación de nenes que han crecido con la violencia en su top of mind. Mat es muy pequeño aún, pero los dos que viven en casa, preguntan, opinan y se angustian muchas veces pues, por fortuna, no se han acostumbrado del todo a convivir así con la muerte.

    Y ya pa terminar, no puedo más que coincidir con esta línea tuya: "La esperanza radica en aquellos jóvenes que, desubicados apuntan sus baterías a enemigos que no existen. El problema es mayúsculo"

    ResponderEliminar

Publicar un comentario